He pasado mucho tiempo conociendo el camino correcto, y muchas veces he intentado recorrerlo, conozco sus beneficios pero no conozco la forma de entrar a el, muchas veces nos damos cuenta de lo mal que estamos haciendo las cosas, y en mi caso particular me es muy difícil dejar de hacerlas. Siento que el tiempo pasa muy rápido y no deja que piense las cosas que debo hacer, sino hacerlas, solo hacerlas.
¿Qué hacer para comenzar a recorrer este camino?
Es la interrogante que me planteo, cuando es el tiempo de comenzar a recorrer este camino, acaso necesitare un acto poético externo para comenzar a recorrerlo, o será que el impulso es intrínseco y solo responsabilidad propia, ya es tiempo de comenzar a transitar este recorrido, angustia comienza a recorrer mi cuerpo e impotencia por no encontrar ese acto que tanto espero, como saber si mi acto poético es la fuerza de comenzar a hacer las cosas.
Descubriendo mis motivaciones para impulsar esta mente que divaga por senderos de niebla espesa, con cosas claras como las mañanas de primaveras aferradas al helado amanecer y otras tan difusas como tardes de inviernos a medio llover, he de aclarar mis pensamientos y comenzar a ser el verdadero dueño de mis actos, amo del silencio y conocedor de los hechos que tanto inspiran a almas que solo desean comenzar a vivir una vida cómoda para los sentimientos y estricta para los sucesos que deben ser claros y concisos.
Creyente y defensor de la mente, amante de la fuerza y cómplice de la verdad, he de conocer mi verdadera alma para comenzar a ser quien tanto anhelo, he de conocer el camino y comenzar a transitarlo, en algún momento ha de llegar ese acto que tanto añoro y de no ser así solo queda pensar que el camino correcto es este que recorro en días de angustia como hoy y otros de gratitud como mañana.
Imagen: Pablo Bernasconi.